Desde que tengo uso de razón que conozco al Pancho Paz... Y desde que tengo memoria que lo odio.
La historia de este oscuro personaje es muy larga y complicada para contarla en este momento; además no quiero envenenarlos con mis viejos rencores; ni hablar mal de alguien, con comentarios subjetivos.
Voy a ir al grano: A mis tíos, mis primos, y casi toda la familia, les sucede algo raro cuando empiezan a hablar y rememorar las cosas que hizo Paz. Su forma de hablar de él, y las historias que cuentan fueron calando en mí, y sin darse cuenta ellos me transmitieron toda su rabia del pasado. Me fui dando cuenta que al hablar acerca de él, o tan solo escuchar su nombre, se me encendía algo en pecho que me comenzaba a quemar por dentro. Yo no sabía porqué, pero siempre que estaba muy enojado, me imaginaba el rostro de Paz, e inconscientemente le deseaba mal.
Me di cuenta que tenía que sanar todo eso podrido que tenía dentro, porque yo era el único perjudicado con todo aquello. Sabía que tenía que perdonarlo... pero el problema es que no sabía de que perdonarlo, porque en verdad, a mi no me había hecho nada. Tendía a inventarme yo mismo historias de cosas que había hecho él, así que partiría por perdonarlo por esas historias falsas, que yo ya no podía distinguir de la verdad.
A medida que fue pasando el tiempo, me di cuenta de que ya no lo maldecía cada vez que me pasaba algo malo, ni lo culpaba de mis problemas. Estaba más feliz y relajado, dejando poco a poco atrás mis rencores absurdos. Descubrí que el perdón de verdad sana. Aún quedan cosas viejas en mi, que de cuando en cuando intentan recordar mi antigua rabia, pero perdonar es un decisión.
Hoy en día, podría encontrarme con el Pancho Paz por la calle, y saludarlo con la conciencia limpia y darle la mano sin ser un hipócrita. Y talvez, algún día pueda decir: ¡Te quiero Pancho!
David Rodríguez
La historia de este oscuro personaje es muy larga y complicada para contarla en este momento; además no quiero envenenarlos con mis viejos rencores; ni hablar mal de alguien, con comentarios subjetivos.
Voy a ir al grano: A mis tíos, mis primos, y casi toda la familia, les sucede algo raro cuando empiezan a hablar y rememorar las cosas que hizo Paz. Su forma de hablar de él, y las historias que cuentan fueron calando en mí, y sin darse cuenta ellos me transmitieron toda su rabia del pasado. Me fui dando cuenta que al hablar acerca de él, o tan solo escuchar su nombre, se me encendía algo en pecho que me comenzaba a quemar por dentro. Yo no sabía porqué, pero siempre que estaba muy enojado, me imaginaba el rostro de Paz, e inconscientemente le deseaba mal.
Me di cuenta que tenía que sanar todo eso podrido que tenía dentro, porque yo era el único perjudicado con todo aquello. Sabía que tenía que perdonarlo... pero el problema es que no sabía de que perdonarlo, porque en verdad, a mi no me había hecho nada. Tendía a inventarme yo mismo historias de cosas que había hecho él, así que partiría por perdonarlo por esas historias falsas, que yo ya no podía distinguir de la verdad.
A medida que fue pasando el tiempo, me di cuenta de que ya no lo maldecía cada vez que me pasaba algo malo, ni lo culpaba de mis problemas. Estaba más feliz y relajado, dejando poco a poco atrás mis rencores absurdos. Descubrí que el perdón de verdad sana. Aún quedan cosas viejas en mi, que de cuando en cuando intentan recordar mi antigua rabia, pero perdonar es un decisión.
Hoy en día, podría encontrarme con el Pancho Paz por la calle, y saludarlo con la conciencia limpia y darle la mano sin ser un hipócrita. Y talvez, algún día pueda decir: ¡Te quiero Pancho!
David Rodríguez
2 comentarios:
Desapareciste!
pero... ¿que te hizo el pancho?... o que le hizo a tu familia... bueno, tampoco es santo de mi devocion... pero, por que tanto¿?
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