17.1.08

Las Tabs

Hace algunos años atrás empecé a buscar algo que coleccionar.

Partí con una de las cosas más típicas y tradicionales: la estampillas. Pero eso de la filatelia no era para mí, y al poco tiempo me aburrí y dejé unos pocos sellos guardados en un viejo cajón.
Luego vinieron los llaveros, y aún sigo con ellos, pero como son bastante lentos de coleccionar (si es que quieres una buena colección, y no cualquier pieza de segunda), me aburría de en un año no tener más de veinte nuevas adiciones, y no más de tres o cuatro de otros países.

Hasta que descubrí esto de las tabs, las pequeñas partecitas metálicas que usamos para abrir las latas de bebida y cerveza usándolas como palanca. Lo bueno de juntar estas cosas tan cotidianas, es que no gasto un peso por ellas; puedo aumentar rápidamente la cantidad de la colección, teniendo así un constante estímulo para seguir recolectando; como me gusta caminar, aprovecho de hacer algo mientras camino, y así cada día antes de acostarme, saco de mi bolsillo todas las tabs que encontrado durante mis caminatas de un lugar a otro, en los basureros del Metro y de las que yo mismo me he tomado.
Se supone que dan dinero por estos cotidianos objetos, algo así como $10.000 por kilo, pero yo prefiero juntarlas para ver como va creciendo mi colección con el pasar de los días. Además es mucho trabajo para luego perderlas, tener un poco de dinero, y partir de cero nuevamente.

Otra de las cosas buenas de juntar esto, es que no lo hago sólo. Ha sido una gran ayuda para esto la enorme cooperación de mi gran amigo Roy, tanto por las tabs que el encuentra que han hecho crecer mucho más rápido el número de las tabs, como por el ánimo de saber que tengo alguien que está en las mismas y que la colección no es solo mía.

Puede parecer exagerado o tonto, pero la forma de las tabs me fascina; el que las puedas encontrar en cualquier ciudad, de cualquier país, de cualquier continente del mundo, y de forma tan cotidiana. Cuando uno se acostumbra a caminar con un ojo puesto al frente y otro en el piso, se da cuenta que el camino no es solo para donde vas, sino también por dónde vas. Actualmente tengo solo 436 tabs, sin contar las más de cien que me van a traer de Sudáfrica la próxima semana.

Y he aprendido a perderle el asco a la basura, porque a veces para conseguir material, es necesario meterse en los más asquerosos tiestos de la calle para revisar y encontrar, y ya me acostumbré a las miradas curiosas de la gente que me ve escarbando en la basura en busca de el tesoro que se encuentra al fondo: mi pequeño 8 de aluminio en espera de ser encontrado.

Pero bueno, todo sea por una tab.



Bueno, este video es un homenaje para mis amigos de la IPD. Los quiero mucho y están en mi corazón cada día y en cada momento. Esto es en la casa del Tío Eddie, para la obra de Naviad. De izquierda a derecha: la gallina Diego; el mesonero Miguel Ángel; la vaca Felipe; y el burro Tomy.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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Ahora cada vez ke veo una lata me akurdo d ti... ¬¬

Extraña kolección =P

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